La Masturbación:
Técnicas
Esta práctica ha sido
siempre atacada por los sectores mas conservadores
de la iglesia, y demás gente de bien, con
afirmaciones como:
"No te toques eso que te quedas ciego"
ó "No te la machaques, que te salen
granos". Afirmaciones por otro lado, que
todos los que estáis leyendo este documento,
sabéis que son mentira.
Antes de meternos en materia, es muy importante
que usted comience a familiarizarse con su miembro,
su amigo el calvo. Míreselo, cójalo,
vea como se hincha, píntele unos ojos,
hágale ropita. Cuando ya sea uno más,
estará preparado.
Y ahora ya, sin mas dilación, vamos a pasar
a relatar las técnicas milenarias que numerosos
genios han ido acumulando en sus momentos de ocio,
para nuestro disfrute.
1. La paja del misionero.
Materiales: Si es usted un neófito en la
materia, necesitará sin duda una revista,
una película, o algún tipo de material
de índole estimulante. Los grandes maestros
prescinden de todo este tipo de añadiduras.
También necesitará papel higiénico,
Klinex, o material similar.
Por analogía con su versión del
coito, (de la cual solo se diferencia en que no
conoces gente). Póngase cómodo,
relájese, respire hondo.
Una ver recolectado el material, proceda a asir
el miembro viril,
firmemente (pero sin estrangular), y comience
un suave movimiento de vaivén, rítmico...
hipnótico, desde la base hasta el glande
(o capullo). No se preocupe si inicialmente no
siente nada. A medida que el movimiento prosigue,
verá como le invade una agradable sensación.
Si su pene continua inerte y fláccido,
compruebe con detenimiento los pasos anteriores.
Si todo ha ido bien, al cabo de algunos minutos
comprobará que necesita aumentar el ritmo:
la maquina le pide mas. La culminación
de este paso llegará en breve. Con la mano
que le quede libre, cójase el papel higiénico,
y colóquelo en la trayectoria que intuya
vaya a seguir el pegote que surgirá como
colofón glorioso a la
tarea emprendida. Nunca, repito NUNCA, lo haga
sobre la revista, ya que si no, tendrá
que pasar las hojas de tres en tres, e impedirá
que otros familiares y/o amigos disfruten con
tan preciado material.
¡Enhorabuena!. Ya es usted un iniciado en
la paja del misionero.
2. La paja hidratante.
Materiales: Lo mismo que la paja anterior, mas
crema hidratante, nivea, atrix, etc. ¡Nunca
utilice jabón o gel de baño!.(por
experiencia).
El procedimiento es muy similar al anterior, solo
que esta vez,
deberá embadurnarse el miembro con la crema.
No se deje engañar por la aparente sencillez,
ya que esta es una técnica elaborada y
que supone una mayor preparación. Consulte
preguntando a sus amigos, o a sus padres.
3. La técnica de la "paradinha".
Esta técnica le permitirá llegar
a cumbres inexploradas de su
persona, y de su miembro; su amigo el calvo. Aunque
el comienzo es similar a la del misionero, lo
que realmente la diferencia es la culminación.
Proceda como en la paja mencionada, pero prepárese
para hacer la "paradinha" justo antes
del momento cumbre. (en las primeras pruebas,
tenga muy a mano el papel, ya que nunca se sabe
cuando se puede fallar). Justo un instante antes
del momento cumbre, detenga todo movimiento, aguante
la respiración y concéntrese. Con
la práctica logrará repetir la "paradinha"
tantas veces como desee, antes de que
tener que recurrir al papel. Practique, ¡practique
mucho!. No
desaproveche ninguna ocasión. Lleve un
calendario de camionero siempre encima, con la
excusa de lo de las fechas. Es un instrumento
muy útil en los duros comienzos. Esta técnica
le llevara a convertirse en un hombre multiorgásmico.
4. Postre de la casa.
Materiales: Un melón, un microondas y un
cuchillo de cocina.
Esta técnica no solo requiere un dominio
de las técnicas anteriores, sino una gran
pericia a la hora de elegir el melón: el
objeto del deseo. No piense en el como en una
fruta: véalo como un amigo, póngale
nombre si es necesario. Con una precisión
quirurquica, haga
una incisión transversal en uno de los
polos. Deberá cortar lo
suficiente para dejar hueco a su amigo el calvo.
Compruébelo bien ahora, porque luego no
tendrá tiempo, y podría echar abajo
la operación. Una vez echo el hueco, y
comprobada con una incursión de reconocimiento,
la validez de dicho hueco, prepárese para
el segundo paso, que requiere una gran destreza.
Introduzca el melón en el microondas, después
de haber extraído el miembro. Caliéntelo
durante breves instantes, dependiendo de la potencia
del microondas. Un calor excesivo podría
echar abajo esta operación, y muchas otras.
Con gran rapidez y agilidad, abra el microondas
y, mientras aún esté caliente, introduzca
al calvo repetidas veces hasta consumar la operación.
Muchos testimonios avalan que es exactamente igual
a una vagina.
Nota: No se olvide de tirar el melón a
la basura, y no lo meta en la nevera para otra
vez, ya una lamentable confusión puede
llevarle a comer el auténtico postre de
la casa (aunque por otro lado, no deja de ser
un plato hecho por uno mismo, con todo el amor
del mundo).
Otra Nota: Si corta el melón justo por
la mitad, tendrá para dos
veces.
5. La mano que mece la cuna.
Materiales: Una silla, u otro mobiliario rígido,
que le permita estar sentado. El papel higiénico.
Deslice su mano habitual debajo de sus posaderas,
hasta agarrarse el muslo de la pierna contraria,
y siéntese encima, presionando el antebrazo.
Si lo está haciendo bien, notará
como su brazo se adormece. Deberá investigar
hasta encontrar el punto exacto de adormecimiento.
Cuando con la otra mano se pellizque los dedos
de la mano habitual, y no los sienta, habrá
llegado el momento de la acción. Tendrá
unos breves momentos hasta que el brazo recupere
su riego, en que le parecerá que se la
está machacando otro.
6. la mano que mece la cuna (Enhaced).
Materiales: Una silla, y esmalte de uñas
rojo pasión.
La mecánica es la misma que la anterior,
solo que antes deberá pintarse las uñas
de su mano habitual., para que en este caso, parezca
que se la está machacando otra (mujer,
no mano).
7. La alegría de
la huerta.
Materiales: Una bolsa de pipas (Vacía,
o alguna de hechura similar), un puñado
de lentejas, y un cordón o una goma elástica.
Meta las lentejas en la bolsa, e introduzca a
Kojak dentro también.
Con la goma elástica, fije bien la bolsa
a la base de Mr. Proper, de forma que las lentejas
no caigan , y ayuden a masajear al calvo.
Proceda como en la paja del misionero
8. No todo lo que vuela va a la cazuela.
Materiales: Una mosca en perfecto estado de salud.
Una bañera llena de agua caliente.
Cójase el insecto, y procédase a
retirarle una de las alas. Métase en la
bañera, y a modo de periscopio, asome a
su amigo el calvo de entre las aguas. Cuando vislumbre
tímidamente su calva, coloque al insecto
en la calvo islote, y déjela hacer. La
mosca comenzará a dar vueltas alrededor
de la isla, generando así una plácida
sensación. Todavía no conocemos
a nadie que haya llegado al orgasmo con esto,
pero sí a quien lo ha practicado. Esta
vez no es necesario el papel, debido a
que el chorro llevará al insecto por delante,
directamente al agua (según las previsiones
mas optimistas).
9. Que te la pique un pollo.
Materiales: Un pollo muerto, una barra de pan,
crema hidratante, y un microondas.
Extraiga la miga del pan, échela en un
bol, y a modo de sopa de leche, úntela
bien con la crema hidratante. Una vez tenga una
masa compacta y suave, rellene el pollo desde
su parte trasera con tal pasta. Introduzca a su
amigo el calvo, para probar y hacer el hueco necesario,
y al igual que con el melón, introduzca
el conjunto (sin calvo) en el microondas. Una
vez a la temperatura adecuada, proceda a ejecutar
los pasos explicados previamente en "El postre
de la casa".
Esta variación da mejor resultado que la
del melón, debido al tacto caliente y carnoso
del ave. ¡Ojo!. Como en el caso del melón,
le aconsejamos no dejarlo de nuevo en la nevera
para posteriores usos.
Recomendaciones: Si su pollo tiene aun cabeza,
decapítelo antes de efectuar el acto. Numerosos
testimonios afirman que la mera visión
de la cabeza asomando en las embestidas, corta
bastante el rollo.
10. A la cabeza del pelotón.
Materiales: Esparadrapo, una venda, unas tijeras,
y una bicicleta (Recomendamos que sea estática).
Rodee uno de sus muslos con la venda, y también
a su querido amigo.
Procure no saltarse este paso, si no quiere una
depilación que nunca olvidará. Siéntese
en la bicicleta, sin olvidarse de tener a mano
las tijeras (Muy importante, ya que de lo contrario,
una vez finalizada la etapa, se verá en
grandes apuros). Sitúe al calvo sobre la
parte vendada del muslo, y proceda a enrollar
con el esparadrapo juntamente el muslo con el
miembro. Una vez comprobada la correcta fijación,
comience un movimiento de paseo sobre la bicicleta.
Nada de sprints al principio. Vaya acelerando
la marcha según su amigo le vaya indicando.
Esta será la mejor etapa de su vida. Una
vez finalizada la
faena, y superado el entusiasmo, proceda a cortar
con mucho cuidado el esparadrapo y las vendas,
para liberar al cabezón.
Nota: Si no tiene bicicleta, también puede
utilizar una máquina de subir escaleras,
o unas escaleras poco frecuentadas.
11. Ay! me siento Flex.
Materiales: Una cama con colchón y somier
(¡De láminas, por favor!), una bolsa
de plástico suave, un paño y cojines.
Advertencia: Esta práctica puede resultar
peligrosa en extremo, si no se siguen los pasos
indicados. Sobre todo es MUY importante que el
somier no sea de muelles, ni tenga partes metálicas
punzantes.
Colóquese a una altura cómoda mediante
los cojines, de forma tal que pueda introducir
a Constantino Romero, entre el somier y el colchón,
para lo cual deberá levantar un poco en
colchón.
Coloque en la zona elegida para la incursión,
y sobre el somier, el paño a modo de almohadilla
para el miembro. Envuelva su miembro cuidadosamente
con la bolsa, y sitúelo encima del paño.
Pose delicadamente el colchón sobre el
miembro, y comience a hacer el conocido movimiento
de vaivén. Si el somier es de muelles,
podría sucederle lo que a uno de nuestros
exmiembros honorarios, que ensartó a Kojak
en un muelle, para sorpresa suya, y de su madre
que entró en esos momentos en la habitación.
Su desgarrador alarido todavía resuena
en nuestros corazones.
12. Twister contra el calvo.
Materiales: Una aspiradora, y una bolsa de plástico
suave, y una muñeca pepona, o cualquier
otro patético peluche.
Extraiga el escobón de la aspiradora, dejando
libre el tubo
succionador. Perfore un agujero desde la nuca
del muñeco hasta la boca. Introduzca el
tubo succionador desde atrás, de forma
tal que aparezca levemente por la boca. Envuelva
al calvo en la bolsa, y tenga a mano el interruptor
del aspirador. Meta su miembro en la boca del
peluche, conecte el aspirador, y el muñeco
que le hizo feliz en su infancia le hará
mas feliz ahora. El muñeco puede guardarlo
para posteriores usos. Si lo desea, puede usted
probar el artefacto conotros orificios de su muñeco
preferido. Si el muñeco hace algún
tipo
de ruido cuando se le aprieta, es mucho mejor,
porque casi parece que estuviese participando
activamente. Si su muñeco es uno de estos,
no lo deje escapar: no son fáciles de conseguir.
13. Al sol que mas calienta:
Materiales: Un radiador de pared, de los que tienen
tubos, y un paño.
Encienda el radiador ( o si tiene calefacción
central, espere a la hora adecuada), y espera
a que alcance la temperatura adecuada. Tenga cuidado
porque estos radiadores tienden a aumentar la
temperatura incluso después de haberlos
apagado.
Busque en su radiador el hueco óptimo para
la tarea, envuélvase el miembro en el paño,
y efectúe el movimiento estándar,
arropado por el agradable calor del radiador.
14:¡ Otto, a comer
to Dog Chow!
Materiales: Un perro o un gato fiel y juguetón,
y mermelada, miel o la golosina líquida
preferida por su mascota. ¡Ojo!. No intente
esta técnica si no confía totalmente
en su mascota.
Unte copiosamente con la mermelada a su sonrosado
amigo, llame cariñosamente a su mascota,
y muéstrele el suculento menú. El
hará el resto. Sus familiares y amigos
ya no podrán decir que su mascota no sabe
ningún truco, o que no sirve para nada.
Nota: Animales como tortugas, hámsters
o peces de colores, no son recomendables para
este método.
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